Basta de POSTERGAR! 5 tips para dejar de PROCRASTINAR.

La procrastinación es el hábito de dilatar en el tiempo lo que REALMENTE es importante en beneficio de esas actividades menos importantes, pero más placenteras.

 ¿Cuál es el problema? Que nos darán placer a corto plazo, pero suelen provocarnos dolor y estrés a largo plazo.

 Las personas postergan por varias razones, algunas de ellas son:

• Temor al fracaso.
• Perfeccionismo.
• Falta de motivación.
• Falta de habilidades de manejo del tiempo.
• Por sentirse sobrecargados y abrumados de responsabilidades.
• No saber por dónde empezar.
• Falta de energía.
• Distracciones.
• Falta de claridad sobre los objetivos.

La procrastinación puede ser un mecanismo de afrontamiento que las personas utilizan para lidiar con emociones negativas, evitar situaciones estresantes o buscar gratificación instantánea.

Te dejo algunos tips para combatirla:

Establece objetivos y prioridades.

 ¿Cómo elegir un camino sin un destino claro? 

Sin un objetivo claro, no hay un plan claro y eso puede generar un estancamiento. Y no se trata de planificar cada segundo del día, se trata de ser inteligente y valorar nuestro tiempo.  Cuando las personas no tienen una comprensión clara de lo que están tratando de lograr o cómo hacerlo, pueden sentirse paralizadas y postergar la toma de decisiones o la acción.

Por otro lado, establecer prioridades nos permite no dejar las cosas importantes a medias. Y eso, hace toda la diferencia. 

Enfocarnos en establecer objetivos claros y prioridades usando la técnica SMART puede ayudar a combatir la procrastinación. Definir metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.

La técnica SMART es una metodología utilizada para establecer objetivos claros y alcanzables.

Específico: Los objetivos deben ser claros y específicos.

Medible: que se pueda evaluar el progreso.

Alcanzable: Los objetivos deben ser realistas y alcanzables, teniendo en cuenta los recursos disponibles, el tiempo y las habilidades necesarias para lograrlos.

Relevante: Los objetivos deben ser relevantes y alineados con los valores, metas y prioridades.

Temporal: Los objetivos deben tener un plazo definido o una fecha límite para su cumplimiento. Esto ayuda a mantener el enfoque y la motivación.

La técnica SMART ayuda a clarificar los objetivos y a definirlos de manera que sean más fáciles de seguir y alcanzar.

Planificación y gestión de tareas.

Divide el objetivo en pequeñas tareas diarias, planifica separando lo urgente de lo importante. Una tarea a la vez. Un paso a la vez. Determina días, horarios, ponte límites, seguramente eso hará que te comprometas y mejores el rendimiento.

Puedes realizar una lista de Tareas. Escribir lo que tienes que hacer libera tu mente y te da claridad. Pero, ¿cómo sabes qué hacer primero? Divide tus tareas en cuatro categorías utilizando la Matriz de Eisenhower, es una herramienta de gestión del tiempo que ayuda a priorizar tareas según su importancia y urgencia.

Huir de lo más difícil retrasa todo el proceso. Empieza por lo más complejo. Empieza por lo que más te asusta, que esté primero en la lista.

Tareas importantes y urgentes: Estas son las tareas que requieren atención inmediata y son fundamentales para alcanzar objetivos importantes. Se deben abordar de inmediato.

Tareas importantes pero no urgentes: Estas son tareas que contribuyen al logro a largo plazo de objetivos importantes, pero no requieren acción inmediata. Se deben planificar y programar para el futuro.

Tareas no importantes pero urgentes: Estas son tareas que requieren atención inmediata, pero no contribuyen significativamente a los objetivos importantes. Se pueden delegar o eliminar si es posible.

Tareas no importantes y no urgentes: Estas son tareas que tienen poco impacto en los objetivos importantes y no requieren acción inmediata. Se pueden posponer o eliminar sin consecuencias graves.

 Esto te ayudará a identificar las tareas que son prioritarias y a gestionar el tiempo de manera más eficiente, enfocándote en lo que es verdaderamente importante y evitando la procrastinación. FOCO Y COMPROMISO.

 Aprende y utiliza técnicas de productividad.

 Hay distintas técnicas de productividad súper poderosas para combatir la procrastinación y aumentar la productividad.

Técnica Pomodoro: Consiste en trabajar durante un período de tiempo (generalmente 25 minutos) y luego tomar un breve descanso. Después de completar cuatro "Pomodoros", se toma un descanso más largo. Esta técnica ayuda a mantener la concentración y a combatir la procrastinación. La Técnica Pomodoro es genial para trabajar en ráfagas de alta concentración. 

Matriz de Eisenhower: Como mencionamos antes, esta técnica clasifica las tareas según su importancia y urgencia, lo que ayuda a priorizarlas y gestionar el tiempo de manera más efectiva.

GTD (Getting Things Done): ¿Qué pasa cuando las tareas son más complejas o variadas? Aquí es donde técnicas como GTD (Getting Things Done), el Principio de Pareto (la famosa regla del 80/20), y el Bloqueo de Tiempo pueden ser nuestros aliados.

Considera qué tareas son las más críticas (el 20% que te da el 80% de tus resultados) y cómo podrías planificar tu semana con bloques de tiempo para diferentes actividades.

Esta metodología, desarrollada por David Allen, se centra en capturar, organizar y ejecutar tareas de manera eficiente. Se basa en la idea de sacar las tareas de la mente y ponerlas en un sistema confiable para liberar espacio mental y aumentar la productividad.

Bloqueo de tiempo: Esta técnica consiste en asignar bloques específicos de tiempo en tu agenda para distintas actividades. Por ejemplo, podrías tener un bloque para trabajo administrativo concentrado, otro para reuniones, y otro para tareas de creación.

Esta técnica te ayuda a crear una estructura clara para tu día y asegura que dediques tiempo a todas tus prioridades.

Enfoque en una sola tarea: Trabajar en una sola tarea a la vez, evitando la multitarea, puede aumentar la eficiencia y la calidad del trabajo. La atención plena en la tarea presente ayuda a completarla de manera más rápida y precisa.

Planificación anticipada: Tomarse el tiempo para planificar las tareas y objetivos antes de comenzar el día o la semana puede ayudar a establecer prioridades y mantener el enfoque en las actividades más importantes.

Delegación: Aprender a delegar tareas a otras personas cuando sea posible y apropiado, puede liberar tiempo y energía para concentrarse en actividades más estratégicas o de mayor valor.

Automatización: Identificar tareas repetitivas o rutinarias y buscar formas de automatizarlas mediante herramientas, software o procesos puede ahorrar tiempo y reducir errores.

Recuerda, no se trata de la cantidad de tiempo que pasas trabajando, sino de cómo lo utilizas. 

Identifica los ladrones de tu tiempo.

 Elimina las distracciones.

 Estamos llenos de distracciones (redes sociales, mensajes, llamadas, series, etc.) Esto puede tentarnos a postergar tareas importantes en favor de actividades más placenteras y menos exigentes.

 En nuestro mundo lleno de interrupciones constantes, aprender a manejar las distracciones es esencial para mantener el enfoque y ser productivo.

 Detectar qué es aquello que te distrae, minimizarlo o eliminarlo de tu vista para crear un espacio limpio de distracciones hará que mejores tu productividad.

 Deja de lado el perfeccionismo.

 Mejor hecho que perfecto.

 Esta es una de las mayores excusas. Nada de esperar situaciones perfectas para ponernos en marcha, ni de inventar excusas que pospongan la acción.

Que no se te pase la vida esperando mejores tiempos, el momento perfecto o estar listo.

Haz lo que puedas, con lo que tengas, en donde estés. 
Theodore Roosevelt.-

PORQUE MEJOR HECHO QUE PERFECTO.

La procrastinación es el enemigo invisible que se disfraza de comodidad, impidiéndonos alcanzar nuestro VERDADERO POTENCIA.