10 claves para mejorar tu AUTOESTIMA

La autoestima es el autoconcepto, la autoimagen, es la forma en la que nos percibimos a nosotros mismos. Es el motor que nos mueve desde lo más profundo de nuestro interior y tiñe todo lo que hacemos, nuestro comportamiento, decisiones, actitud, etc. estará en gran parte determinada por cómo nos sentimos con nosotros mismos y esto condiciona los resultados en nuestra vida. Es por eso que es tan importante desarrollar y potenciar nuestra autoestima y para ello te comparto 10 claves.

 1) Autoconocimiento.

Cómo amar algo que no se conoce? 

Muchas veces somos a quien menos conocemos y cómo vamos a amar a quien no conocemos. Para esto necesitamos recuperar la conexión con nosotros mismos, una de las formas es a través de las preguntas.

PREGUNTARNOS y ser HONESTOS en las respuestas para CONOCERNOS.

🔸️Qué deseo?

🔸️Qué me motiva?

🔸️Qué quiero?

🔸️Qué NO quiero?

🔸️Qué me causa gracia?

🔸️Qué me emociona?

🔸️Cuáles son mis miedos más profundos?

🔸️Qué relación de pareja quiero tener?

🔸️Quiero tener pareja?

🔸️Qué es lo que me entristece?

🔸️Qué me enoja?

🔸️De dónde viene esta insatisfacción?

🔸️Qué me pasa?

🔸️Para qué hago lo que hago?

🔸️PARA QUIÉN LO HAGO?

🔸️Lo que hago hoy me lleva a dónde quiero estar?

🔸️Quién quiero ser?

🔸️Cuáles son mis valores?

🔸️Cuáles son mis límites?

🔸️Qué necesito?

🔸️Qué estoy haciendo con mi tiempo?

🔸️En qué quiero gastar mi tiempo?

🔸️Qué estoy haciendo con mi vida?

🔸️Qué vida es la que quiero?

🔸️Estoy REPITIENDO o estoy CREANDO?

🔸️Soy lo que me dicen que soy?

🔸️El miedo es realmente mío?

🔸El DOLOR ES MÍO?

🔶️Me conozco?

Otra manera de conocernos es desarrollando la Interocepción, conocer el lenguaje de mi cuerpo. 

El cuerpo sabe lo que la mente aún no ha podido ver.

Muchísimas veces nuestro cuerpo se manifiesta antes de que nuestra mente consciente caiga en cuenta.

La mente consciente puede decir que no pasa nada, pero si el cuerpo duele o te detiene, ahí es donde tienes que poner tu atención.

Para desarrollar la interocepción (conciencia de las sensaciones internas del cuerpo) te recomendaría lo siguiente:

Práctica de atención plena: Dedica tiempo regularmente a la meditación de atención plena o mindfulness, centrándote en las sensaciones físicas internas del cuerpo, como la respiración, los latidos del corazón y las sensaciones de tensión o relajación.

Exploración corporal: Realiza ejercicios de exploración corporal, donde te concentres en diferentes partes del cuerpo y las sensaciones que experimentas en cada una. Esto te ayudará a desarrollar una mayor conciencia de tu cuerpo y sus señales internas.

Yoga: Practica yoga, que combina el movimiento físico con la conciencia de la respiración y las sensaciones corporales. El yoga puede ayudarte a conectarte más profundamente con tu cuerpo y a desarrollar una mayor interocepción.

Técnicas de relajación: puedes aprender y practicar técnicas de relajación, como la respiración conciente, la relajación muscular progresiva y la visualización guiada. Estas técnicas pueden ayudarte a sintonizar con las sensaciones internas de tu cuerpo y a reducir el estrés y la ansiedad.

Diario de sensaciones: Lleva un diario donde registres las sensaciones físicas que experimentas en diferentes momentos del día. Reflexiona sobre cómo estas sensaciones están relacionadas con tus emociones, pensamientos y acciones.

Ejercicios de conciencia corporal: Realiza ejercicios específicos diseñados para desarrollar la conciencia corporal, como la técnica de escaneo corporal, donde recorres mentalmente tu cuerpo prestando atención a cada parte y las sensaciones que encuentras.

Escucha a tu cuerpo: Practica escuchar las señales que tu cuerpo te envía, como el hambre, la sed, la fatiga y el malestar físico. Responde de manera apropiada a estas señales, dándole a tu cuerpo lo que necesita para mantenerse saludable y equilibrado.Al practicar regularmente estas técnicas y ejercicios, podrás desarrollar una mayor interocepción y una conexión más profunda con tu cuerpo y tus sensaciones internas.

Necesitamos E S P A C I O para conocernos mejor, para preguntarnos, sentir y responder, necesitamos conocernos para obtener claridad y simplificar, necesitamos conocernos para trazar un plan.

 Siempre vas a encontrarte con alguien que te diga qué es lo mejor para vos, qué decisión tomar, qué estilo de vida es el correcto llevar, en qué trabajar, a quién amar, en definitiva qué hacer y CUANDO NO TE CONOCÉS TE DEJÁS CONVENCER.

 Hazte el espacio y conócete mejor.

2) Autoaceptación.

¿Con los ojos de quien me miro? 

Aprendemos desde pequeños a mirarnos de acuerdo a cómo nos miran los demás. Es el momento de formar nuestra identidad de acuerdo a lo que deseamos Ser. Es el momento de mirarnos con nuestros propios ojos. Me miro, me abrazo y que desde ahí surja todo. Si hay algo que no me gusta y lo quiero cambiar, está perfecto, pero el orden de prioridad debe ser, primero cambio por mi bienestar y porque yo lo deseo y luego por el otro.

La autoestima es LA CERTEZA DE QUE SOMOS VALIOSOS independientemente de cómo lucimos, de lo que tenemos y de nuestros resultados. 

El valor no nos lo da la gente, nos lo damos nosotros mismos cuando lo reconocemos. 

La autoestima es estar en PAZ CON LO QUE SOMOS. 

Está perfecto querer mejorar, pero si no estás en paz con lo que sos NUNCA SERÁ SUFICIENTE.

3) Autocuidado.

El cuidado no solo de nuestro cuerpo físico, sino también el cuidado de nuestra mente, emociones y energía.

¿Te has preguntado si aquello que dejas entrar (cuerpo/mente/vida) TE NUTRE?

Lo que comes 🍔🍟

Lo que bebes 🍵🍷

Lo que lees 📚📖

Lo que escuchas 🎧 y a quiénes escuchas 🗣👤

Las fuentes que consultas 👨‍💻📱

Lo que miras 💻📺

Cuida la calidad de tus pensamientos, gestiona tus emociones.

Cuida tu energía atendiendo dónde la inviertes.

Cuánta energía se nos va en la queja, cuánta en mirar y criticar vidas ajenas, cuánta en buscar culpables, cuánta energía en justificar los malestares. Ahora yo me pregunto y te pregunto… ¿Cuánta energía hay puesta en tu vida? ¿Cuánta en tus relaciones? ¿Cuánta en tus deseos? ¿Cuánta en resolver?

4) Dejar de lado la victimización.

Los víctimas no buscan la manera de resolver, buscan culpables. Sentir que nada puedo hacer para que mi vida sea diferente, aplasta mi autoestima y mi poder creador. Es preciso que te sientas dueña/o de tu vida.

Victor Frankl decía “Nos pueden arrebatar todo, excepto la libertad de elegir nuestra actitud frente a nuestras circunstancias”.

5) Enfrenta tus miedos.

El miedo nos acompaña desde el nacimiento, sin miedo seríamos insensatos e imprudentes, hemos sobrevivido gracias al miedo, pero actualmente dejamos mucha vida en manos del miedo, aprender a gestionar esta emoción es muy importante para nuestra autoestima y para nuestra vida. El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son, pero si desarrollamos nuestra valentía que es la capacidad de enfrentar el miedo aunque se sienta miedo, esto hará que aumente la confianza en nosotros mismos y que podamos ir conectando con nuestro poder y potencial. Puedes comenzar por pequeños miedos y a medida que ganas confianza vas por aquellos que consideras más paralizantes.

6) Establecer límites saludables.

Ser firme (no violento/agresivo) es esencial. Al establecer límites entrenarás la capacidad de tomar decisiones y sostener la incomodidad, porque puede en ocasiones resultar incómodo ya que un límite puede decepcionar, frustrar y/o molestar al otro.

Es muy importante ser claros en la comunicación y conocer nuestros propios límites y respetarlos, como también respetar los de los demás.

Poner límites implica conocer nuestras propias necesidades y deseos. Es algo que frecuentemente descuidamos o no sabemos hacer debido a la influencia de entornos en los que nuestras necesidades no eran prioridad.

Aprender a decir que no cuando es necesario y/o se desea, para cuidar nuestro tiempo, energía y bienestar.

Al priorizar nuestro autocuidado y no juzgarnos cada vez que ponemos un límite, fortalecemos nuestra autoestima. El respeto que te tengas le enseñará al otro a respetarte.

Aprender a decir que no, nos permite mostrarnos honestamente ante los demás y fomentar relaciones más auténticas y satisfactorias. 

Al reconocer y respetar nuestros límites, no solo nos fortalecemos a nosotros mismos, sino que brindamos a los demás la oportunidad de hacer lo mismo. 

Establecer límites claros y respetuosos es la vía para generar un entorno en el que el amor propio y el respeto mutuo florezcan.

7) No te compares, inspírate.

La comparación puede conducir a sentimientos de inferioridad, envidia o insatisfacción al centrarse en lo que otros tienen o logran en lugar de valorar nuestras propias experiencias y logros. También puede distorsionar la percepción de la realidad al generar expectativas poco realistas o provocar una autoevaluación negativa. Además, puede obstaculizar la autoaceptación y la autoestima al perpetuar la idea de que uno nunca es lo suficientemente bueno en comparación con los demás.

No te compares con los demás, enfócate en ti y en lo que quieres lograr y si te sirve observar qué es lo que hizo esa persona para aprender, genial, pero no te compares, inspírate.

8) Haz tu lista de logros.

Tenemos la tendencia de enfocarnos en lo que no hemos logrado aún, en lo que nos falta, en lo que nos cuesta o sale mal y nos olvidamos de lo que hemos logrado a lo largo de la vida.

Recordar y reconocer nuestros logros nos permite celebrar nuestros éxitos y cultivar una actitud de gratitud hacia nosotros mismos. Haz el ejercicio de recordar todo lo que has logrado, desde lo que puedas considerar más pequeño, hasta lo que consideres más grande, valoralos y celébralos. 

9) Desarrolla un propósito.

Tener un propósito es un pilar muy importante para nuestra autoestima. Encontrar el qué y el para qué. Tener objetivos y saber hacia dónde vamos. Ilusionarnos con algo y desear, porque eso nos abre a la posibilidad de ir por lo que queremos en nuestra vida. Tener un propósito, un proyecto, nos puede hacer sentir vivos.

Encontrar aquello que amamos, que nos gusta, que nos motiva y buscar la forma de expandirlo y compartirlo con los demás hace que aparezca una energía en nuestro cuerpo de otro nivel.

10) Selecciona y cuida tus relaciones.

¿Cuál es el ambiente en el que vives? ¿Cómo es el contexto en el que te manejas? ¿Cuál es la calidad de tus relaciones?

El ambiente en el que pasamos tiempo, el contexto en el que nos movemos y las relaciones interpersonales e íntimas pueden tener un gran impacto e influencia en nuestra autoestima. Las interacciones positivas, el apoyo y la aceptación por parte de los demás pueden fortalecer la autoestima al validar los sentimientos de valía y pertenencia. Por otro lado, las relaciones negativas, el rechazo o el abuso pueden dañar la autoestima al generar dudas sobre el propio valor y generar sentimientos de inadecuación o inferioridad. 

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Corre de tu vida a las personas negativas, a las personas que intenten desvalorizarte o hacerte sentir inferior. La gente que se siente inferior quiere bajarte a su nivel.

Alejate de las personas que intenten destruir tus sueños. Es fundamental que los identifiques, que lo reconozcas y que los quites de tu vida y si por algún motivo no los puedes quitar, REEDÚCALOS estableciendo límites firmes de hasta dónde pueden llegar. ¡Sé disruptivo!

Las relaciones nos permiten compartir, cuidar, amar, expandirnos; es muy importante cultivar relaciones saludables que promuevan el bienestar y una buena autoestima.